Muchas personas necesitan un discurso motivacional, al menos según la Encuesta Social General, llevada a cabo cada par de años por el centro NORC de la Universidad de Chicago, una organización de investigación. En la encuesta de 2012, solo 33% de los encuestados estadounidenses se describieron como muy contentos y solo 27% indicaron que estaban satisfechos con su situación financiera.
Al mismo tiempo, 47% calificaron su vida de rutinaria o aburrida. En cuanto a su trabajo, 37% señaló que estaba solamente moderadamente satisfecho y otro 12% indicó estar insatisfecho. Estas cifras no han cambiado mucho en las últimas cuatro décadas, a pesar de una duplicación en los ingresos per cápita ajustados para la inflación.
Hay toda una serie de explicaciones de estas estadísticas, pero aquí hay una posibilidad: mucha gente dedica su vida a buscar objetivos financieros que no les entusiasman. Saben que deben ahorrar para el pago inicial de una casa, financiar las cuentas universitarias de sus hijos e invertir en su propia jubilación.
Pero no están particularmente motivados para ahorrar porque no han reflexionado a fondo sobre estos objetivos, por qué son importantes para ellos y si hay otras metas que podrían ser más importantes.
Esa es la brecha que la llamada planificación de vida intenta llenar. ¿Qué es la planificación de vida? Es un esfuerzo por elevar a un nivel más alto la planificación financiera, al asegurar que las finanzas de los clientes están enfocadas en ayudarlos a vivir la vida que quieren vivir.
Es tentador descartar esto como tonterías sentimentalistas. Pero, yo pienso que la planificación de vida está intentando llevar a cabo algo importante.
Muchas personas tienen trabajos que detestan, o sienten que no tienen tiempo para su familia o para los pasatiempos que los apasionan.
¿Qué hacer? George Kinder, fundador del Instituto Kinder de Planificación de Vida —que capacita a asesores financieros en la planificación de vida— y autor de “The Seven Stages of Money Maturity” (Algo así como las siete etapas de la madurez financiera), ha desarrollado tres preguntas para sonsacar lo que la gente quiere de su vida.
Primera pregunta: Imagínese que tiene suficiente dinero para satisfacer todas sus necesidades, ahora y en el futuro. ¿Cambiaría su vida y, si es así, como la cambiaría?
“Es la pregunta de qué haría si gana la lotería”, dice Kinder. “A lo que intentamos llegar es: ¿qué es lo que más le importa?”
Dice que sus clientes a menudo mencionan pasatiempos para los que les gustaría tener más tiempo, cosas que quieren comprar y viajes que les gustaría realizar. “La gente que dice que renunciaría a su trabajo es probablemente menos de 10%, pero la gente que dice que trabajaría menos podría ser 40%”, anota.
Segunda Pregunta: Ahora, suponga que se encuentra en su actual situación financiera. Su médico le dice que solo tiene entre cinco y 10 años de vida, pero que se sentirá bien hasta el fin. ¿Cambiaría su vida, y si sí, como la cambiaría?
Al reducir el enfoque a 10 años o menos, los clientes son instados a considerar lo más importante. “Uno adquiere un mayor sentido de misión”, expresa Kinder. “¿Qué va a lograr? Podría ser una orientación hacia la familia, los viajes, o hacer algo creativo. Es aquí en donde la gente podría decir que quiere escribir una autobiografía. Las virtudes salen: la gente dirá que quiere ser más amable”.
Tercera pregunta: Su doctor le dice que solo le queda un día de vida. Usted echa un vistazo a su vida. ¿De qué se perdió? ¿Qué persona no llegó a ser? ¿Qué no cumplió?
“El punto es reflexionar sobre la vida”, dice Kinder. “Con la pregunta final, uno llega a los cimientos, a lo que es absolutamente crucial. Algunas veces se trata de algo creativo, como nunca llegue a tocar jazz en un club. Algunas veces se trata de algo que los ha bloqueado por años, como nunca reparé mi relación con mi hermana. No se trata de pagar la hipoteca. No se trata de instalar la nueva cocina”.
A pesar de las estadísticas que indican que muchas personas se encuentran insatisfechas, los clientes de planificación de vida normalmente no le dan un giro radical a sus vidas. “Quizás 1% abandonan su trabajo y se van a tocar la guitarra”, anota Kinder. “Pero, en promedio la gente cambia la prioridad de 10 horas de su semana. Quizás el tiempo sale del trabajo. Quizás salga del tiempo en frente de la televisión”.
Si puede descubrir lo que le apasiona, eso puede proporcionarle una hoja de ruta para la jubilación: y la motivación para ahorrar. Pero también considere como puede encontrar tiempo adicional hoy para las cosas que le importan. Quizás trabaje menos, se cambie a un trabajo menos exigente, les pague a otros para que hagan los trabajos del hogar o acorte su viaje diario al trabajo.