los académicos del Instituto de Estudios de la Familia y la Sexualidad de la universidad belga recogieron el historial sexual de diversas mujeres, tomando en cuenta su capacidad orgásmica vaginal, que fue complementada con un registro en video de la forma en que transitaban por la calle.
En el estudio grabado en video, estan una serie de mujeres a las que se les pidió que caminaran pensando en un clima cálido y luego en un hombre con el que tenían o habían tenido una relación erótica. Los investigadores luego observaron el video y tuvieron que decidir cuáles de las mujeres tenían una mayor habilidad orgásmica. Las mismas mujeres que participaron en la caminata de evocación erótica respondieron un cuestionario sobre sus relaciones sexuales y su frecuencia orgásmica.
Los resultados mostraron que los investigadores, sexólogos expertos, atinaron en más del 80% la capacidad de obtener orgasmo vaginal de las mujeres que participaron en el experimento.
Se especula si los resultados tienen que ver con una predisposición anatómica a una mayor o menor tendencia para experimentar orgasmos vaginales o si las mujeres que tienen orgasmos vaginales desarrollan más confianza y reflejan esto en su forma de caminar (los investigadores hacen referencia a que el orgasmo vaginal ha sido ligado a una mayor salud mental).
No hay duda que la forma en la que camina una mujer dice mucho, tanto que tal vez sea una de las formas sutiles con las que la biología parece promover que ocurra el santo grial de la evolución entre animales complejos: la transmisión de genes a través de la cópula. Ese enigma popular que está enfrascado en la frase “Si como camina, cocina!....” cobra una dimensión científica, añadiendo a la dimensión del deseo inefable y cuya explicación trasciende la racionalidad.
El movimiento pélvico propio de lo “orgásmico” es leído consciente e inconscientemente por el hombre: no solo tiene una relación con el paradigma de lo sexy, también con la fertilidad: recordemos que las mujeres reportan una mayor frecuencia de orgasmos vaginales en periodos de mayor fertilidad y que una de las posibles funciones evolutivas del orgasmo es retener mayor cantidad de esperma y por lo tanto aumentar la posibilidad del embarazo.
Pero más allá de esta transparencia orgásmica del caminar femenino, es posible que todos los movimientos y cada parte de su anatomía revele esa historia —como bio-hologramas—, sus debilidades y fortalezas, al menos para alguien con la sensibilidad o los aparatos necesarios para medirlo. Seguramente algunas mujeres sabrán leer en la forma de caminar de un hombre señales sexuales —quizás medir la fuerza de su sistema inmunológico, su capacidad de llevarlas al orgasmo, su cantidad de parejas sexuales, etc.Pese a la fascinante sofisticación del ser humano moderno, seguimos siendo “monos desnudos”, siguiendo los patrones y las improntas de la biología evolucionista y quizás de una manera más profunda repitiendo las mismas historias —narrativas electoquímicas y mitopoéticas— que se escribieron en el origen, y que de alguna forma “nos deletrean”.
Existen variantes a tomar en cuenta de la mujer al caminar, entre estos se encuentran el tamaño de su trasero y como rota, rigidez o facidez, peso y/o sobrepeso, el tipo de vestimenta que llevan y mas que nada, su calzado, digamos que la mujer puede tener muy buen caminar, al andar con cierto tipo de calzados, mas algunas sea por desconocimiento, o miedo, o costumbre, cambia su forma de caminar regular al andar en zapaillas de tacones altos, la rotacion de las caderas depende de la zona pelvica, mas andar con faldas, no les da esa libertad que da el andar con unos comodos pantalones, digase entonces que estas variables pueden o deben de considerarse al momento de hacer el analisis propio hacia la femina.
Teniendo en cuenta estos detalles, sin duda las mujeres que están más satisfechas sexualmente, lo proyectan al exterior de formas distintas. El investigador principal, Stuart Brody, cree que las características anatómicas de una mujer pueden marcar una tendencia a experimentar orgasmos, en mayor o menos grado.
Cuando los músculos de la pelvis están rígidos, el andar de las mujeres es más tenso, lo que podría estar asociado con problemas psicosexuales que ponen en peligro la respuesta orgásmica. Por el contrario, la mujer que disfruta de orgasmos puede sentirse más confiada acerca de su sexualidad, lo que podría reflejarse en su andar.
Cuando una mujer está segura de sí misma y se tiene confianza plena, proyecta dicha seguridad lo que la hace más factible a tener una vida más plena, tanto social, emocional y sexual. Esto quiere decir que una mujer entre mayor capacidad orgásmica tiene, más confiado se ve su caminar, y su vida en general.
De acuerdo con Brody, los resultados mostraron que los sexólogos entrenados son capaces de inferir correctamente la capacidad orgásmica viendo la forma en que las mujeres caminan al menos 80% de las veces. Análisis posteriores revelaron que como se menciono anteriormente la suma de la longitud de zancada y la rotación vertebral fue mayor para las mujeres con mayor actividad orgásmica
Y como tambien era de esperarse, el hombre que puede tomar en cuenta estos aspectos, como un observador atento podría deducir la experiencia de una mujer en el plano sexual de acuerdo a un paso que encierra la sensualidad, fluidez, energía y libertad al caminar.
