El cartel de drogas de La Familia Michoacana declaró la guerra a las autoridades mexicanas tras la captura de uno de sus líderes, lo que quedó patente hoy con la confirmación de que esa organización masacró a doce policías federales vestidos de civil.
"En la lucha contra la delincuencia no se dará un paso atrás", afirmó hoy en respuesta al crimen Monte Alejandro Rubido, portavoz de la Policía Federal, organismo de seguridad al que pertenecían los agentes asesinados.
La tarde de ayer fueron hallados en el municipio de La Huacana, ubicado a 570 kilómetros al oeste de la capital mexicana, los cuerpos apilados de once hombres y una mujer, maniatados y asesinados a tiros junto a una autopista del estado de Michoacán.
Según Rubido, los crímenes fueron ordenados por Servando Gómez Martínez, alias "La Tuta", quien recientemente asumió el control operativo de La Familia. Esta organización inauguró hace tres años en México la práctica de decapitar a sus rivales y entre sus integrantes tiene a un medio hermano del gobernador de Michoacán, informó el funcionario.