La FSA aseguró a la BBC que no se trató de promover que la gente deje de comer alimentos orgánicos, sino de proporcionar datos correctos sobre los mismos para que puedan tomar decisiones con mejor información. Y que se necesita una mayor investigación para realizar conclusiones más claras sobre el tema.
Pero a medida que los medios reprodujeron el titular más simplista ("Los orgánicos no son buenos para la salud") grupos ambientalistas salieron a criticar el anuncio y se creó confusión.