En el pasado, pero que muy en el pasado, se utilizaba el concepto de ninfomanía, o también el de "furor uterino", relacionándolo exclusivamente con las mujeres para describir una necesidad sexual exacerbada e insaciable que llevaba a dichas mujeres a practicar sexo sin ninguna limitación.
En el caso de los hombres, esta misma necesidad se conocía bajo el concepto de "Satiriasis", -de ahí la palabra sátiro- que, como es obvio, es un concepto dejado de lado ya que se considera que una alta necesidad sexual y su práctica es algo "normal" entre los hombres.
Hemos de pensar que hasta hace muy poco tiempo, las mujeres tenían un papel relegado en el tema del sexo. El papel que se esperaba de ellas era el de un sujeto pasivo ligado exclusivamente a la voluntad y al deseo de sus parejas masculinas, lo cual dejaba un vacío a la hora de definir a mujeres que sí tenían deseo y además lo demandaban.
Nueva nomenclatura
En la actualidad, lo que se consideraba como ninfomanía ha pasado a llamarse "Hipersexualidad" o simplemente "Adicción Sexual". Estas nuevas nomenclaturas han dejado de tener un género determinado para describir a las personas que tienen y padecen una gran necesidad sexual. Una necesidad que, por cierto, está bastante alejada del concepto de placer como se podría suponer a primera vista.
Estas disfunciones tienen que ver con un gran vacío, una ansiedad no controlada y un gran malestar interno que lleva a buscar en el sexo calmar toda esa angustia interior, sin conseguirlo. De ahí que sea considerada una disfunción del comportamiento sexual. La práctica sexual no es motivada por el deseo y el placer sino que es provocada por una angustia profunda.
La mujer de hoy en día, ya no es condenada ni vilipendiada por mostrar sus deseos, por tenerlos o por demandarlos. Tener deseo y practicar sexo no deja de ser una conducta deseada que da equilibrio y forma parte del desarrollo integral de las personas.
Nada que ver conaquellas mujeres que desean ser amadas pero que utilizan el sexo para llegar a provocar en el otro ese amor. Dicen buscar sexo, ser liberadas, sentirse bien excitando y siendo el centro, pero que en el fondo siguen buscando ser amadas profundamente. De ello habla precisamente el libro Diario de una Ninfómana y seguramente también suversión cinematográficacuyo cartel ha sido tan polémico, no sólo de sexo sino de la búsqueda de un amor que pocas veces se recibe, sin ser obsesivo y destructor.