Durante las últimas semanas, el exitoso lanzamiento del nuevo cohete Ares I-X, un prototipo del Ares I elegido para convertirse en la próxima nave que transporte astronautas al espacio, fue aclamado por la NASA como prueba de que la agencia espacial se encuentra encaminada en la muestra de resultados, como respuesta a las fuertes críticas sobre la cancelación de su programa de los trasbordadores.
El espectáculo fue observado localmente y en línea por entusiastas del espacio de todo el mundo. El anticipado lanzamiento también llamó la atención de la Casa Blanca, que actualmente se encuentra estudiando el presupuesto de la NASA y sus planes para proyectos futuros.
Los ingenieros de la NASA ya han comenzado a recopilar información de algunas de las partes recuperadas del cohete Ares. Entre los elementos de interés fueron recuperados un par de paracaídas que no funcionaron correctamente durante el vuelo de prueba. La primera fase del cohete acelerador estaba dotado de tres paracaídas. La inspección inicial mostró daños en el acelerador gastado, resultando en un choque más fuerte de lo esperado contra el Océano Atlántico.
Uno de los paracaídas no se desplegó mientras que los dos restantes fracasaron en la compensación del fallo. Todavía no se ha determinado la raíz de la causa del fallo aunque Bob Ess, director de la misión Ares, declaró que tales errores representan la razón exacta por la cual se realizan estos viajes de prueba. El equipo responsable de examinar la información del vuelo de prueba ha comenzado a trabajar recientemente y, seguramente, hará nuevos descubrimientos en las próximas semanas.
El espectáculo fue observado localmente y en línea por entusiastas del espacio de todo el mundo. El anticipado lanzamiento también llamó la atención de la Casa Blanca, que actualmente se encuentra estudiando el presupuesto de la NASA y sus planes para proyectos futuros.
Los ingenieros de la NASA ya han comenzado a recopilar información de algunas de las partes recuperadas del cohete Ares. Entre los elementos de interés fueron recuperados un par de paracaídas que no funcionaron correctamente durante el vuelo de prueba. La primera fase del cohete acelerador estaba dotado de tres paracaídas. La inspección inicial mostró daños en el acelerador gastado, resultando en un choque más fuerte de lo esperado contra el Océano Atlántico.
Uno de los paracaídas no se desplegó mientras que los dos restantes fracasaron en la compensación del fallo. Todavía no se ha determinado la raíz de la causa del fallo aunque Bob Ess, director de la misión Ares, declaró que tales errores representan la razón exacta por la cual se realizan estos viajes de prueba. El equipo responsable de examinar la información del vuelo de prueba ha comenzado a trabajar recientemente y, seguramente, hará nuevos descubrimientos en las próximas semanas.