¿Qué harías si tuvieras un paciente enfermo a millones de kilómetros de distancia del planeta Tierra? Esta es la situación con la que se encontró la NASA el pasado mes de agosto, cuando chocó el Orbitador de Reconocimiento de Marte. En la Tierra, el equipo del orbitador se mostraba desesperado, ya que parecía que la nave espacial estaba maldita. Han ocurrido múltiples fallos desde su lanzamiento en el año 2005 y la posterior llegada al planeta Marte durante el 2006 ha plagado al equipo de desafíos únicos, por no decir más.
El problema principal radica en el reinicio constante del orbitador. Las explicaciones iniciales oscilaban entre partículas solares y posibles errores de codificación en el software. El equipo se dedicó a analizar la situación durante los últimos meses hasta que finalmente obtuvo una solución para el orbitador: un software mejorado transmitido a la sonda desde la Tierra.