Dicen que "una mentira repetida muchas veces, más tarde o temprano se convierte en una verdad", pero lo peor es esta "verdad" puede ser creída por un gran número de personas. Pero en la base lo que existe es ignorancia, miedo, falta de información y manipulación... palabras todas ellas relacionadas con los mitos y las falsas creencias.
Algunos de estos mitos tienen un campo abonado en el terreno sexual. Pero hoy nos centraremos en las que se han dicho y creído en el caso de un trastorno sexual como es el de la eyaculación precoz.
Los mitos más frecuentes en nuestra sociedad con respecto a la eyaculación precoz son:
1. El hombre que sufre eyaculación precoz es aquel que no controla la eyaculación justo antes de la penetración.
2. La eyaculación precoz sólo la sufren los hombres jóvenes o los adolescentes.
3. Para evitar la eyaculación precoz, durante la relación sexual el hombre debe pensar en cosas desagradables o que nada tienen que ver con el sexo, por ejemplo en fútbol o en una situación sexual poco erótica.
4. La culpa de la eyaculación precoz reside en la gran excitación sexual que el hombre siente por su pareja y por el acto sexual.
5. Para dejar de tener eyaculación precoz lo mejor es tener muchas y frecuentes relaciones sexuales.
La verdad es que la eyaculación precoz, aunque es difícil de definir, se podría considerar como "la incapacidad del hombre para poder controlar de manera voluntaria su eyaculación".
Entre sus causas más habituales nos encontramos con un alto grado de ansiedad (en todas sus variantes) y un mal aprendizaje sexual que hace que el cuerpo entienda que la respuesta debe darse de forma rápida.
Informarnos correctamente sobre lo que nos sucede y por qué ocurre es tremendamente importante, ya que si nos centramos en las falsas creencias tendremos, aparte de eyaculación precoz, una dificultad clara para solucionarla.