Te propongo repensar algunos hábitos que nos inundan en estas fiestas.
Muchas veces, estos hábitos son muy difíciles de cambiar porque están atados a tradiciones que han estado en nuestras familias y sociedades desde hace decenas de años. Por eso, desde el sitio Planet Green proponen crear nuevas tradiciones que enfoquen nuestra atención en aquellas cosas que tienen sentido y no sólo en el consumismo o el stress que rodea a estas fechas.
Abajo, algunas de las consignas para empezar.
-Pensar en la calidad y no cantidad. Esto aplica a los regalos, la comida, las fiestas y en general todo lo que hagamos relacionado a las fiestas. Generalmente cuando nos perdemos en el frenesí de hacer todo grande, abundante y rápido nos perdemos de los momentos que realmente importan de las fiestas: los encuentros, las charlas, etc.
-Escapar de los productos con temática festiva. A todos nos gusta tener espíritu festivo, pero el sobrecargar nuestras casas y mesas con adornos navideños llenos de renos o árboles no es la única forma de crear ese ambiente. Muchas veces, una mesa es mucho más cálida con menos decoraciones y más intimidad. Además, sin servilletas rojas, celofanes dorados y demás, podemos enfocarnos en lo que importa: conversar con la persona que está al lado sin distracciones.
-Tiempo, no dinero. Muchas veces nos pasamos horas y hasta días tratando de encontrar regalos para todas las personas cuando podríamos haber invertido ese tiempo en encontrarnos con familiares y amigos para compartir. También, terminamos regalando cosas insignificantes a todos en lugar del regalo perfecto para una o dos personas. Poner el acento en el tiempo y no en el dinero que compartimos con los demás es clave.
-Probar algo nuevo. Generalmente, los integrantes de las familias ya sabemos con anterioridad exactamente qué vamos a comer durante la Noche Buena o la víspera de Año Nuevo: padres, tíos, abuelos, amigos siempre llevan 'ese' plato que es su especialidad. Esto es lindo, pero ¿por qué no cambiar o alterar un poquito esas tradiciones en función de algo mejor? ¿Por qué no elegir la ensalada de vegetales de estación orgánicos, el pollo de granja, la torta de frutas frescas? ¿O, aunque sea, mejorar los ingredientes de ese plato tan especial con mejores productos locales y frescos?
-Evitá el consumismo. Es difícil: en estas épocas, todos los estímulos visuales te están pidiendo que compres de todo y más, con ofertas por todos lados. Y comprar algunas cosas en forma responsable no está mal. Pero tratemos de evitar el consumismo y pensar antes de sacar la billetera. Las fiestas son más sobre buenos momentos en familia que sobre los productos que hay en la mesa o debajo del árbol.