Muchos autores de textos sobre el desarrollo de la sexualidad humana hablan de zonas erógenas y algunos las describen con todo lujo de detalles, no hay ningún fundamento científico en ello y aunque algunas zonas están más llenas de terminaciones nerviosas, otras sin tanto nervio tienen una intencionalidad sexual que las hace muy gratificantes.
En cuanto a los investigadores del sexo es importante recordar al primero que abordó con una metodología científica la investigación de la conducta sexual humana, Alfred Kinsey, que era un cuidadoso entomólogo, al que le fue encomendado la ingente tarea de investigar la conducta sexual de los estadounidenses.
Con la misma precisión y prolijidad que empleaba para clasificar sus insectos se dedicó a entrevistar a 16.000 personas de todos los rincones y estamentos del país y en 1948 asombró a todo el mundo cuando los primeros resultados de su ingente investigación se publicaron bajo el nombre de “Conducta Sexual de Varón Humano”, más tarde siguieron los referentes a la conducta femenina y a la conducta homosexual.
Pero una cosa es saber qué se hace y otra conocer lo que ocurre en el organismo cuando se está haciendo, este nuevo reto fue aceptado y desarrollado por Masters y su compañera de investigación Johnson de la Universidad de San Luis que lograron acabar con la famosa pelea entre orgasmo vaginal u orgasmo clitorideo.
Ellos descubrieron que el orgasmo es igual venga de donde venga, ya que, nace en todos los humanos en la zona sacra de la medula espinal.
También descartaron que la vagina femenina sea un órgano de placer. Sus precisas observaciones de lo que ocurre en el cuerpo humano durante la respuesta sexual aclararon muchas dudas a profanos y a científicos, fueron ellos con su famosa clínica los que crearon una figura nueva en el campo de los profesionales de la salud, el sexólogo.
Se les ha achacado la medicalización de la conducta sexual humana creando disfunciones que antes no había como la eyaculación precoz o definiendo el perfecto ajuste de pareja como el coito con orgasmo simultáneo.
También se les ha acusado de convertir el sexo en una mera función biológica o en un objeto de consumo más. Ellos contestaron a estas críticas con un libro “El Vínculo del Placer” en el que expresan sus ideas sobre el amor, el compromiso, la responsabilidad, la fidelidad, y en el que, por supuesto, se salen de los caminos de la ciencia para hacer un canto de alabanza al modo de vida típicamente americano.
Continúan las investigaciones
La Fundación Kinsey realiza cada diez años una ampliación de su investigación primitiva, gracias a la cual podemos seguir la evolución no solamente de las conductas humanas en cuanto al sexo sino el de los prejuicios. La de 1998 viene firmada por el doctor A. Freeman.
En la costa Oeste Americana en California, un grupo de militantes de la causa gay se unieron en los años setenta para investigar sobre sus colectivos y los heterosexuales, sus objetivos primordiales son conseguir que en todos los Estados de la Unión se deroguen las leyes que impiden el pleno desarrollo de estos colectivos. Sus investigaciones vienen firmadas por Colectivo de Mujeres de la Costa Oeste y por el Instituto de Estudios del Sexo.