Normas ISO ofrecen más competitividad

Las pequeñas y medianas industrias comienzan a ver lo necesario e importante de pertenecer a un selecto grupo de unidades productivas que cumplen con los estándares de operatividad de la Organización Internacional para la Estandarización (ISO).
La apertura comercial obliga a ponerse las pilas en todas las variables que influyen en la calidad. Disponer de procesos estandarizados, debidamente vigilados y evaluados constantemente representa una garantía de éxito y mayor acceso a los mercados.
El principal obstáculo parece que radica en la renuencia de muchos empresarios a someterse a las reglas. En principio no entienden que la eficiencia reduce costos y ofrece ventajas competitivas ante sus similares del mercado.
Un detalle que sobresale es la falta de apoyo directo, independientemente de los contactos que hace el Consejo Nacional de Competitividad (CNC) para llevar asesoría técnica a quienes deciden cambiar su modo operativo.
CompetISO
Un trabajo publicado en la revista Gestión & Competitividad trata el tema. Se pone de manifiesto que un grupo de pequeños y medianos industriales de Herrera han comenzado a despertar ante lo que el mercado está avisando.
Convencer a los participantes no fue tan fácil.
En principio se piensa en la cantidad inmediata de recursos que habrá que invertir para mejorar los procesos de producción, hacerlos más competitivos y adecuarlos a los estándares internacionales ISO.
Once pequeñas y medianas industrias agrupadas en la Asociación de Empresas Industriales de Herrera (AEIH) asumieron el reto que la competitividad les presento: Implementar la cultura de la calidad en sus procesos de gestión.
Con el propósito de dar un ejemplo con ese compromiso, la entidad que sirve de sombrilla a estas compañías se convirtió en la primera que acoge las directrices de la norma ISO 9001 para seguir sus actuaciones como empresas generadoras de riquezas.
Estas decisiones han llevado a la Asociación de Empresas Industriales de Herrera (AEIH) a crear un programa para impulsar la aplicación de las normas ISO entre sus miembros.
Bajo esta filosofía de trabajo y objetivo conjunto nace CompetISO, un programa de servicios de acompañamiento a las empresas para el diseño e implementación de un sistema de gestión de calidad tomando como criterios los requisitos que establece ISO-9001-2008.
Como son novedosas las experiencias de instalación de normas de calidad en industrias pequeñas o grandes, esta iniciativa nace con el privilegio de que el 62% de las Pymes certificadas lo hayan hecho con su asesoría, logrando “excelentes niveles de satisfacción”.
Las Pymes que se atrevieron a dar el saldo son Cano Industrial, Copel, Industrias Metálicas Caribe, Laboratorios Orbis, Krafts Comercial, Capilo Español, Laboratorios Chemprod, Publiplas, Laboratorios de Aplicaciones Médicas, Laboratorios Unión, Elijo Farmacéutica.
Cultura de calidad
La inexistencia de una cultura de calidad es un obstáculo que impide que las empresas dominicanas puedan desarrollar de manera sostenible sus negocios. En la actualidad las empresas se ven en la necesidad de hacer bien lo que hacen y al mismo tiempo satisfacer a sus clientes. Es por esto que las industrias de Herrera han entendido la necesidad de implementar un sistema de gestión de calidad para ajustar a sus empresas a los más altos estándares de calidad del mundo.
Para el presidente de la AEIH, Manuel Cabrera, la obtención de la norma ISO para la empresa que dirige ayudará a fortalecer su participación en el mercado por la garantía que ofrece el control de calidad de los productos.
Entiende que la norma fortalece la lealtad de los consumidores de sus productos y permite el monitoreo de la satisfacción de los clientes.
“Esto hará que nuestros productos puedan competir en calidad tanto en el mercado local como global”, dijo el dirigente empresarial.
Enrique Ureña, de Industrias Metálicas Caribe, considera que la certificación los coloca un peldaño por encima de la competencia y está de acuerdo con la percepción de que el hecho de que una empresa tenga una certificación de calidad le otorga confiabilidad porque puede demostrar su capacidad para proporcionar de forma coherente productos de calidad y aspirar a aumentar la satisfacción de sus clientes.
Ureña entiende que ISO permite mejorar sus niveles de competitividad a corto y mediano plazo. “La mejora continua con que nos hemos comprometido redunda en un beneficio de la calidad final del producto de manera inmediata y a unos clientes más satisfechos. Con esta mejora de la calidad esperamos a la vez conseguir a mediano plazo, menores costos de producción al hacernos más eficientes y desarrollar relaciones ventajosas con nuestros proveedores”, expresó.
De su lado, Wadi Cano, de Cano Industrial, destaca que ISO es un marco de referencia de calidad a nivel global, por lo que obtener la certificación le da una ventaja competitiva para posicionarse localmente y en otros mercados, además de que da una mayor seguridad al cliente o al consumidor sobre la calidad.
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MEJORAN LAS CONDICIONES

Wadi Cano considera que una ventaja competitiva que ofrece la norma es la rapidez, pues ISO crea una base en la organización que ayuda a dar una respuesta rápida a las necesidades de los clientes, pudiendo ofrecerles el producto que requieren y tratando de exceder sus expectativas.
En tanto que el empresario Enrique Ureña reconoce que a través de ISO ha logrado que su empresa está mejor organizada y que cuenta con un personal empoderado y comprometido con la calidad.
Dijo que que ahí se dio el cambio más drástico. “Ahora realmente podríamos decir que trabajamos como equipo hacia un fin común”, dice, al tiempo que señala que eso se debe a que lograron clarificar sus metas y objetivos trazados.
En el caso de laboratorio Chemprod, su vicepresidente Manuel Cabrera, entiende que el cambio ha impactado a la alta gerencia a desarrollar un compromiso con la calidad.
Asegura que el impacto mayor que ha tenido esta norma en su organización se refleja en la documentación de todos los procesos.