La misión de tres años de duración tiene una gran importancia para la agencia, que no se mantiene ajena a la exploración marciana. Phobos 1 y Phobos 2 fueron lanzadas por la agencia rusa en 1988 y ambas naves experimentaron fallos técnicos que las mantuvieron muy lejos de alcanzar sus objetivos. Intentos más recientes de llevar las sondas fuera de la órbita de la Tierra y dentro de los alcances de nuestro Sistema Solar han plagado la agencia. Marte 96, el intento más reciente de enviar una sonda para estudiar el planeta rojo, también terminó en un fracaso al experimentar fallos en su cohete.
Estos retrasos sólo han fortalecido la determinación de los científicos que trabajan en Phobos Grunt. La agencia plantea que si la misión resulta exitosa, la sonda llegará a Phobos, aterrizará la nave espacial, recogerá muestras del suelo y lanzará una sonda de vuelta a la Tierra para analizarlas.
Muchos grupos de la comunidad científica esperan que esta misión pueda llamar la atención de Transpermia, una teoría popular que sugiere que la vida se ha originado en un planetoide y que subsecuentemente fue transportada por colisiones de asteroides u otras formas de escombros espaciales ¡Sería todo un descubrimiento!