Las autoridades judiciales de Haití acusaron de secuestro y asociación de criminales a los diez ciudadanos estadounidenses que intentaron cruzar la frontera hacia República Dominicana con 33 niños el pasado viernes 29 de enero.
El abogado de los acusados en República Dominicana, Jorge Puello, esperaba que el gobierno los liberara ayer en la tarde y contrató un avión privado para viajar a Haití desde el aeropuerto Joaquín Balaguer.
Puello, de la oficina DR Legal Team en Estados Unidos, se queja de que las autoridades haitianas ha violado los pactos internacionales al apresar de manera irregular a sus defendidos y no permitirles un abogado que les defienda en territorio haitiano.
“El origen del problema ha sido una mala información. Las personas en ningún momento trataron de cruzar la frontera, ellos estuvieron esperando los permisos pertinentes y son una entidad religiosa que ya tienen desde alrededor de noviembre del año pasado tratando de crear una estructura en República Dominicana para poder ayudar niños haitianos y dominicanos”, enfatizó. Explicó que la señora Laura Lavonne Silsby, quien encabeza la delegación, viajó a Haití a un orfanato llamado “Amigos de los Huérfanos de Haití”, pero en esos días ocurrió la tragedia que ocasionó miles de muertes.
Error de procedimiento
Asegura que Silsby rentó un local con 45 habitaciones en Cabarete por siete mil dólares mensuales antes de ocurrir el terremoto, lo que evidencia que no quisieron aprovecharse de ninguna situación en particular.
En cambio, el cónsul general dominicano en Haití, Carlos Castillo, dijo a LISTÍN DIARIO que le advirtió a la señora Silsby que si intentaba cruzar la frontera hacia República Dominicana sin los permisos correspondientes, esto se convertiría en tráfico de niños.