20 formas para que las CHICAS disfruten del sexo ( Parte II ) : las caricias

Una vez que te hemos enseñado los cuatro primeros pasos para conocer tu cuerpo, ahora es necesario sacar el mayor partido a cada uno de estos rincones. A través de las caricias, descubrirás el placer en tu propio cuerpo.

5. El pecho. Has descubierto que te encanta acariciarte el pecho, has notado como se acelera la circulación de la sangre y un cosquilleo aparece bajo el ombligo. Puede que también hayas descubierto otras zonas en las que te sucede lo mismo, no las nombro porque erótica es toda la piel y cada uno tiene sus propios lugares, pero el pecho es una zona erógena de todos los humanos. Aspira profundamente, levanta un brazo por encima de la cabeza y con la otra mano empieza a acariciarte desde la axila, con intensidad y dulzura, tendrás que buscar tu propio ritmo y tu propia intensidad, hay mujeres que necesitan caricias muy enérgicas y otras que prefieren la máxima suavidad apenas un cosquilleo. Llégate al pezón tómalo entre los dedos índice y corazón (como si fuera un cigarrillo) y muévelo de fuera a dentro con pequeños estirones.

6. El clítoris. Como ya has visto el clítoris no es sólo esa bolita que se pone dura en la zona superior de la vulva, sus cuerpos esponjosos y cavernosos están dentro de los labios mayores y menores, por ello para acariciar el clítoris cada uno ha de buscar su propia técnica. Yo te voy a dar algunas sugerencias. Coloca tu mano sobre la vulva cerrada con la parte de la palma sobre la zona donde se encuentra el clítoris y los dedos sobre la abertura vaginal, aprieta la mano rítmicamente mientras introduces los dedos en el orificio. Toma el clítoris por su base con los dos dedos pulgares y frótalos con salero. Pon los dedos de cada mano a ambos lados de la parte superior de la vulva y muévelos rítmicamente presionando sobre el clítoris. Algunas mujeres no resisten la caricia directa sobre el clítoris y suelen acariciarse por encima de las braguitas.


7. La penetración. Es cierto que la mayoría de las mujeres no necesitan estimular la entrada de la vagina para llegar fácilmente al orgasmo pero a muchas les gusta la sensación de penetración, y unas pocas la necesitan para sentir que su orgasmo es completo. Para tener esa sensación de plenitud que proporciona la penetración puedes usar tus propios dedos, si estás acariciando el clítoris con una mano puedes meter un par de dedos de la otra en la vagina y dejarlos ahí sin moverlos no hace falta ningún movimiento para sentir plenamente. Pero también puede suceder que tus músculos hayan perdido su elasticidad. Te recomiendo unos ejercicios muy sencillos que te sirven tanto apara mejorar tu orgasmo como para mantener el suelo pélvico en forma. Aprieta el ano con fuerza durante diez segundos y relaja. Repite el ejercicio diez veces al día. No lo hagas más tampoco conviene tonificar demasiado.


8. Balanceos y saltos. Ahora te propongo un ejercicio para facilitar el orgasmo y soltarte muscularmente. Se trata de imitar los movimientos de caderas de la penetración que también se hacen durante la masturbación. Túmbate boca arriba con las rodillas dobladas y los pies en contacto con el colchón y la alfombra. Levanta las caderas y mueve la pelvis hacia arriba y hacia abajo, si para elevar el cuerpo te resulta más fácil, apoya las manos sobre el colchón y mueve la cabeza de derecha a izquierda. Mientras tanto contrae la vagina como te he dicho más arriba y respira o grita o jadea. Sólo al principio necesitas un poco de concentración, si repites el ejercicio varias veces consecutivas te darás cuenta que cuando lo necesites tu vagina y todo tu cuerpo estarán entrenados para dejarte llevar por las oleadas del orgasmo.