Acariciar no es fácil podemos hacer una caricia tan suave que moleste o tan fuerte que en vez de placer encuentres dolor. La educación en general propone que los hombres se eduquen en la dureza, que inhiban sus sensaciones dolorosos y por lo tanto las placenteras también. Te propongo un paseo por tu cuerpo para despertar esas sensaciones que desde la infancia están dormidas en tu piel.
5. Caricias en toda la piel. Toda la piel está llena de terminaciones nerviosas susceptibles de transformarse en sensaciones sexuales, pero para que esto suceda son necesarias las intenciones, es decir, has de darte permiso para sentir, sin pensar en que "esto de acariciarse es una pérdida de tiempo y si estamos hablando de masturbación con sacudir el pene unos minutos ya está todo hecho y para que te vas uno a molestarse en pasar la mano por ninguna otra parte".
Se trata de desarrollar el erotismo que es al sexo lo que la cocina es a la cocina. La cocina es el resultado de muchos años de cultura y de cuido en la elaboración de los alimentos. El erotismo tiene que ser el resultado de la investigación en nuestras sensaciones y la búsqueda del placer donde quiera que esté. Y el placer sexual está en toda la piel, las zonas erógenas son lo que tú quieras que sean.
6. El espejo. Mírate, no tengas vergüenza de tu propia imagen, observa como tu pene reacciona las caricias que te estás dando, aprovecha para darte crema y no te limites a mirar tu pene mira también el resto de tu cuerpo, todo el es un objeto de placer y todo es se merece tu atención y tu estimulación. Puedes cerrar los ojos e imaginar por donde está pasando tu mano y también puedes imaginar qué mano prefieres que te acaricie, La fantasía es importante. Si lo necesitas busca tu porno favorito, o rebusca en tu memoria las situaciones que te hicieron feliz en el pasado y que te gustaría repetir.
Si notas que te cuesta hallar imágenes estimulantes, un buen ejercicio es leer algún relato erótico o mirar alguna imagen estimulante. Cualquier cosa es buena para alimentar ese jardín interior donde se encuentran tus deseos sexuales.
7. posturas. Pude que prefieras sentarte en tu sofá y tumbarte en tu cama, no te cortes, cualquier cosa que haga que tu fantasía cobre vida es bueno. ¿Quieres una sugerencia? Busca un espejo de mano, prepara algunos cojines para poder mirar con comodidad, y acaríciate observando tu cara cuando sientes que en algunas zonas de tu piel está escondido es deseo. No te asombres es así, las primeras experiencias placenteras están asociadas a tu más tierna infancia, cuando tu madre te bañaba y acariciaba con mimo toda tu piel, entonces aprendimos los registros del placer y en la adolescencia lo único que hacemos es recordar. Si cierras los ojos casi podrás sentir esas sensaciones tan agradables. El agua caliente, el jabón, y una mano acariciándote.
8. Ritmos. Investiga también con los distintos ritmos. Ya sé que cuando te masturbas tú no te fijas en estas cosas, pones el piloto automático y te dejas llevar, eso esta muy bien, pero ahora estás investigando y puede que hayas aprendido una velocidad y un ritmo respiratorio que no son los adecuados para disfrutar al máximo. Quiero que imites el ritmo de tu mano y tu respiración y los cambies según se te vaya ocurriendo, no te preocupes si pierdes la erección, tu pene no entiende de virguerías y se asusta como mucha facilidad, pero enseguida volverá a coger confianza.
Toma como base una música que te guste y lleva el ritmo con tu mano acompáñalo con tus movimientos, todo tu cuerpo tiene que participar. Olvídate de la rigidez de espalda y de glúteos, relájate y déjate llevar por el ritmo de la música.