Son las conclusiones de un estudio publicado en la revista Nature, que señala que además esta enfermedad puede representar un gran problema para la conservación de algunas especies en peligro como el demonio de Tasmania.
La investigación Cáncer en Vida Silvestre: una perspectiva desde la conservación (Wildlife cancer: a conservation perspective) fue realizada por las científicas Denise McAloose y Alisa L. Newton y llegó a dos grandes conclusiones.
Primero, que el cáncer está creciendo en algunas especies y que puede representar un peligro para las mismas. Esto se evidenció en animales como el demonio de Tasmania, las tortugas acuáticas y los leones marinos, cuyas poblaciones presentan tumores faciales, casos de cáncer de piel y de carcinomas genitales, respectivamente. En el caso del primero, el estudio dice que el avance del cáncer podría llevar a esta especie a la extinción.
Luego, el informe señala que las actividades antropogénicas (realizadas por humanos) contribuyen en forma directa con el desarrollo de tumores en algunas especies silvestres. Por ejemplo, en las poblaciones de belugas que habitan el estuario de St. Lawrence al este de Canadá, el cáncer es la segunda causa de muerte. La zona está gravemente contaminada por la industria del aluminio.
Si bien se aclara que no todos los casos de cáncer están relacionados con la presencia de químicos, este tipo de informes siguen echando luz sobre los peligros que representan estas sustancias para todos los seres vivos y el cuidado que hay que tener con ellas.
Los animales no son los únicos que están sufriendo el avance del cáncer: las cifras de esta enfermedad en humanos han aumentado en forma crítica durante las últimas décadas y varios estudios han conectado esto con la exposición a químicos. Un informe publicado en Medical News Today hace algunas semanas señala, por ejemplo, que mientras en 1940 una de cada 24 mujeres que llegaban a los 80 era afectada por cáncer de mama, en 2006 esa cifra ascendió a una de cada ocho. Y la publicación indica que esto está directamente relacionado con la exposición de las mujeres a químicos peligrosos en el día a día.