Es difícil quedar atrapado en un planeta a millones de kilómetros de distancia. Si el Rover Spirit tuviera sentimientos, tal vez se sentiría abandonado con toda la atención que se le está prestando al aniversario del aterrizaje en la Luna. Pero este vehículo no se debe desesperar, porque el equipo del Laboratorio de Propulsión a Chorro, del sur de California, no se ha olvidado de él.
Esta semana, los científicos comenzaron a trabajar con una réplica del banco de arena en el que el Spirit se ha quedado trabado. El ambiente que reproduce las condiciones de Marte fue finalmente finalizado y compuesto por tres toneladas de piedras y arcilla.