El mes pasado, los Estados Unidos celebraron el 40º aniversario del histórico viaje a la Luna. El mundo entero fue testigo de los primeros pasos de los astronautas Neil Armstrong y Buzz Aldrin sobre la superficie lunar. Sin duda alguna, todos deberíamos detenernos para reflexionar sobre la gran conquista que representó esta misión. Su dimensión incluso iba mucho más allá que el propio conocimiento humano. Existían tantas variables y riesgos involucrados que muchos osaron decir que llegar a la Luna era imposible.
Hoy somos una nación y una comunidad global y todos miramos hacia el futuro. En una era de avances científicos y tecnológicos, necesitamos recordar que los límites son establecidos por la mente y que cualquier objetivo, no importa lo grande o importante que parezca, puede ser logrado si le damos una oportunidad.