Un mango con una cabeza cóncava en su extremo es sin lugar a dudas una cuchara. Todos sabemos que las cucharas se utilizan para servir o tomar alimentos líquidos, blandos e incluso sólidos, como por ejemplo arroz o cereal.Pero... ¿Desde cuándo la emplea el hombre? Se han encontrado cucharas de madera o de hueso en yacimientos que datan del paleolítico.
La Antigua Roma conocía dos tipos de cuchara. Una grande llamada lígula; y una más pequeña denominada cochlea, de donde proviene la palabra cuchara. Aunque muchos alimentos se tomaban directamente con la mano, su mango delgado permitía pinchar trozos de comida, haciendo también de tenedor. Recién en el siglo XVI, comenzó a difundirse la costumbre de que cada comensal dispusiera de su propio juego de cubiertos.
A lo largo de la historia existieron cucharas de concha de moluscos, de corteza de árboles, de hueso y de otros materiales, aunque hasta el siglo XIX la mayoría eran de madera. La era industrial introdujo el hierro y el acero recubierto de estaño, así como la plata y el oro para los más pudientes.
No todas las cucharas son iguales. Los hogares de hoy en día disponen de cucharas, cucharones y diferentes cucharitas para sopas, ensaladas, postres, té, café, etc. Crear una cuchara original se ha convertido en un desafío muy atractivo para todo tipo de diseñadores industriales.